2ª parte del Capítulo 3 “LA SERPIENTE LUMINOSA, KUNDALINI”.

 

Alma está narrando lo que visualiza en estado de Súper Conciencia:

(...) imagen de otro sol, un poco más rojizo y sus llamas son menos largas. rápidamente

Viene otro sol y otro y otro; pasan muy rápido, ya no soy yo la que me acerco, sino ellos los que vienen a mí; son bellos, impresionantes. los veo muy de cerca, pero no me queman... Ahora el que veo sé que es nuestro sol. Puedo apreciar las tormentas y las explosiones (...).

Edgar le ordena ver una vida pasada en la que se hayan amado.  Lo que sigue está resumido, pero he omitido algunos  “(...)” dentro de la regresión.

-Estoy en una pequeña casa, parece ser de adobe o ladrillos de arcilla, el piso es de tierra apisonada, la construcción es cuadrada... pero tengo la sensación  de que antes fue redonda, no sé por qué. 

-¿Eres hombre o mujer?, ¿cómo te llamas?

-Soy mujer joven, soy prostituta, me llamo Rahab.

-¿Qué ciudad, en donde está?

-Jericó, está en Canaán. Veo venir dos hombres, uno de ellos, al acercarse, levanta la vista y sus ojos se quedan prendidos en los míos, percibo una sensación como de un choque al sentir su mirada y nos sonreímos, me pregunta a gritos desde afuera de la muralla: 

-¿Nos darías alojamiento, hermosa joven?

-Yo no puedo más que asentir con la cabeza

-¿Podrías ofrecemos algo de comer?, pagaríamos por ello.

-Sólo tengo pan, vino y carne condimentada, pero puedo enviar a mi esclava por dátiles y pasas, en cuanto al  pago, no es necesario.

Durante el desayuno conversamos un poco, me dicen sus nombres y me preguntan el mío, el que me gusta se llama Macabed; terminando de desayunar me piden subir a la terraza, por el lado que da hacia la ciudad

-Queremos conocer la ciudad. No le digas a nadie que hemos estado aquí.  Se te recompensará.

Cuando regresan, me acribillan a preguntas sobre el interior del templo de Baal, dios de las tormentas y acerca de toda la ciudad.

-Edgar la interrumpe -¿A ese Macabed lo conoces en esta vida?

-Si, eres tú- contesta Alma completamente segura y continúa como si no la hubiera interrumpido.

Macabed me dice -Te amo, no sé por qué, pero te amo y te voy a confesar que soy el hombre de confianza de Josué, el jefe israelita y él nos ha enviado a inspeccionar la ciudad, porque vamos a atacarla y daremos anatema a todos los habitantes, menos a ti y a los tuyos, porque nos ayudaste y porque serás mi esposa.

La confesión me impacta, pero mi amor es más grande que mi lealtad hacia mi gente, Me decido por él y cuando nos vamos a besar tiernamente, llega mi esclava despavorida a avisarme que vienen los soldados hacia la casa, (...) yo los ayudo a huir.

Macabed pregunta -¿Por qué te has arriesgado así?

-La razón principal es que yo también te amo.

Cuando amanece, todos los israelitas forman una larga y solemne procesión... Inician la marcha transportando el Arca  de le Alianza sobre sus cabezas (...)

Cuando Josué llega a la ribera río abajo, impone la mano hacia el nacimiento del río, ocurre un deslave  y Josué conduce a su pueblo a través del lecho seco del río Jordán, para conquistar la Tierra Prometida.

Sorpresivamente los israelitas no atacan, sino que obedeciendo instrucciones de su Dios Jehová realizan un rito insólito e inesperado.

Durante siete días marchan alrededor de las murallas de la ciudad, llevando el Arca de la Alianza delante de la procesión, haciendo sonar unas extrañas trompetas hechas de huesos de animales y, al mismo tiempo, cada uno levanta su mano izquierda, apuntándola hacia la muralla. Al séptimo día, al oír las trompetas los soldados de  Israel dan el  grito de guerra con un alarido y ¡En ese momento empiezan a caer las murallas de Jericó!

-¿Y cómo fue que los israelitas derrumbaron la muralla?  

-Ellos (...)

Al terminar la regresión, Alma le comenta a Edgar -Realmente me sentía como viviendo todo eso, el amor de... tuyo, porque eras tú y la terrible experiencia de ver caer las murallas... fue como vivirlo cuando lo estaba narrando.

-Lo reviviste, ¿te das cuenta de que estamos en el umbral de experiencias maravillosas? Seguramente hay muchas y quizá logremos nuevamente sacarlas a 1a luz.

(...)

 

No te pierdas el resumen del Capítulo 4 de “Tú y Yo... Siempre”, es una regresión de Alma  a su encarnación como Rasputín.

Aquí nos vemos.